Último adiós al Padre Roberto Amondarain
Presidida por el obispo de la diócesis Zárate-Campana, monseñor Pedro Laxague y concelebrada por casi treinta sacerdotes y seminaristas, se realizó en la tarde del domingo la misa de cuerpo presente para despedir al padre Roberto Amondarain fallecido el sábado. Una Iglesia San Antonio de Padua colmada de fieles acompañó el último adiós a quien fuera su párroco por décadas, formando parte de la identidad de la comunidad y enriqueciéndola.
En su homilía, monseñor Laxague recordó al Padre Roberto, las conversaciones que mantuvieron y los gestos tan característicos que tenía al hablar, “como firmando lo que decía”. Su asombro en la última charla y ese “estoy aprendiendo a tenerme paciencia” que admiró del padre Roberto a sus noventa años, y bromeó con su a veces temeraria forma de manejar por las calles del pueblo.
Destacó Laxague que Amondarain ya era cura cuando se creó la diócesis y destacó cuantos sacerdotes y obispos lo tenían estos días en sus oraciones, además de la visita del arzobispo Mario Poli hace unas semanas.
Una vida al servicio de Dios y la comunidad, que tuvo su despedida con un emocionante acompañamiento de todos los sacerdotes presentes, entre ellos quienes hoy están a cargo de las parroquias locales, hijos de este pueblo que siguieron ese camino y localidades vecinas.
Los restos del Padre Amondarain recibieron este domingo por la tarde cristiana sepultura en el cementerio local.