“Ni ellos cuidan su vida, qué les va a importar la del resto”
Las imágenes muestran una secuencia ilógica, hasta escalofriante. En la Ruta Nacional N° 8, frente a la estación de servicios de Mercante Hnos., unos seis chicos con sus motos, sin protección y toda la imprudencia necesaria como provocar una tragedia.
El día jueves, vecinos pudieron observar lo que parece algo habitual o normal para algunos jóvenes no mayores de 19 años: hacer de la banquina de la ruta su lugar de pasatiempo y ‘diversión’. Para ellos parece no tener riesgos o peligros, pero para los que están contemplando la situación, es una escena que pone al descubierto la falta de valoración propia que abunda en los osados chicos.
Uno de cada tres camiones que pasan por el lugar, tocan sus bocinas enfurecidas para que salgan del lugar y les permitan circular con tranquilidad para no tener que lamentar un accidente. Pero nada los incomoda, como si se les pudiera escuchar decir: “nos vamos cuando queremos, no molesten”.
A raíz de esto, se entiende por qué en Plaza Gómez vuelven una y otra vez a pesar de los reclamos de decenas de vecinos ante los medios, la secretaría de seguridad, o el mismísimo intendente: si ni ellos cuidan su vida, qué les va a importar las del resto.
Y decimos la Plaza Gómez, pero son muchos espacios más de donde estos jóvenes se sienten dueños de realizar sus jugadas maniobras, explosiones y tantas otras cosas más, como llevar acompañantes sin cascos, las motos sin patentes o ‘viajar’ como ‘palomita’ a alta velocidad por la ruta 8.
Tenemos un problema social. Un problema de carácter cultural. Falta de sentido común y criterio para el cuidado propio. Papás, ¿qué vamos a hacer para poner un freno a estas situaciones?, ¿quién va a pagar las consecuencias de una posible tragedia?, ¿quién va a consolar a los mismos que tuvieron la responsabilidad de evitar los accidentes?.