Tres incendios movilizan a los bomberos

El municipio lanza campaña de prevención tras aumento de incendios
La madrugada comenzó agitada para los bomberos locales, quienes a las 5:50 de la mañana recibieron la primera alerta de emergencia. El aviso indicaba un incendio en una vivienda ubicada en Alberdi 530. Una unidad se dirigió al lugar. Sin embargo, al llegar, los bomberos comprobaron que no se trataba de una vivienda en llamas, sino de los fondos de la propiedad, donde un desmonte de cañaverales y plantas había tomado fuego. La magnitud del terreno, de aproximadamente 70 metros de fondo por 20 de ancho, complicó las tarea, obligando a conectar varias mangueras y utilizar dos camiones cisterna para controlar el incendio que estaba alcanzando una casa lindera.
Mientras trabajaban en este primer incidente, una segunda alerta llegó al cuartel: esta vez sí se trataba de un incendio en una vivienda real, ubicada en Sarmiento al 1100. De inmediato, se destinó una unidad hacia el nuevo foco. Al arribar, los bomberos se encontraron con un complejo de departamentos donde el fuego había comenzado en el interior de una de las viviendas. Según el reporte preliminar, los moradores no supieron decir qué provocó el incendio, que se extendió rápidamente a un sillón y otros objetos. Afortunadamente, los propietarios estaban en casa, se despertaron por los ruidos de las llamas y su rápida acción al empujar el sillón hacia el exterior evitó mayores daños. No obstante, la vivienda sufrió daños por ahumamiento y derretimiento de algunos aparatos tecnológicos.
Por último, ayer por la tarde, los bomberos también enfrentaron un incendio de grandes proporciones en Solís. Cerca de las dos de la tarde, se reportó un camión en llamas en la zona del corredor vial, próximo al puente de Diego Gaynor. En un principio, el llamado ubicaba el incidente en La Rosada, pero se confirmó su ubicación en Solís. El incendio, que afectó al semirremolque y a toda su carga, movilizó a dos dotaciones, que trabajaron durante más de dos horas y media en conjunto con Bomberos de Giles, quienes estaban atendiendo un incendio forestal cercano. Todo apunta a que el siniestro se originó por un desperfecto en el sistema de frenos, ya que el fuego comenzó en el sector de las cubiertas.
Estos tres episodios ponen de relieve la importancia del trabajo coordinado de los cuerpos de bomberos y la rápida respuesta ante emergencias. Afortunadamente, no hubo víctimas en ninguno de los casos, aunque las pérdidas materiales fueron considerables.
Es importante recordar que el desmonte durante períodos de sequía, como los que enfrenta Argentina, es un tema delicado y puede generar serios peligros.
Desmontar en estas condiciones no es ideal, ya que las plantas y el suelo seco se convierten en combustible perfecto para incendios. La vegetación seca puede propagar rápidamente el fuego, dificultando su control ya que las ramas, hojas secas y raíces expuestas tras un desmonte son altamente inflamables. Cualquier chispa, descuido o fenómeno natural puede desencadenar un incendio.
En lugar de desmontar en períodos críticos, se pueden considerar acciones más responsables como; realizar limpiezas selectivas controladas, retirando solo material seco acumulado, planificar los desmontes en temporadas húmedas con monitoreo constante, entre otras.
El desmonte sin una planificación adecuada y en épocas de sequía es un riesgo para el ambiente, las personas y los recursos naturales. Argentina, como muchos países afectados por la crisis climática, necesita políticas estrictas que equilibren desarrollo y sostenibilidad.