Ruta 41 tramo Areco-Giles: entre gestiones cruzadas, protagonismos políticos y una desconexión institucional alarmante

“Para mí esto es un invento”, lanzó el intendente Francisco Ratto cuando fue consultado sobre el anuncio de avances en la construcción de la autovía sobre la Ruta Provincial N°41, realizado por dirigentes de Unión por Areco junto a autoridades de Vialidad Provincial.
Mientras avanzan las obras de la autovía entre San Antonio de Areco y San Andrés de Giles, la falta de coordinación y la disputa política entre el oficialismo local y la oposición -a quienes se los vio bastante poco hasta que comenzó la campaña electoral- desnudan una preocupante falta de madurez institucional.
La reciente reunión entre dirigentes de Unión por Areco junto a vecinos de esta ciudad y de Giles con autoridades de Vialidad Provincial, para tratar avances del proyecto de la autovía sobre la Ruta 41, puso de manifiesto no solo la continuidad de una obra largamente esperada, sino también una serie de grietas políticas.
Por un lado, referentes opositores como Ramiro Ramallo acompañados de empresarios frentistas, llevaron adelante gestiones y encuentros que fueron luego comunicados públicamente a través de fotos y declaraciones. Por el otro, el intendente Francisco Ratto, sorprendido y desinformado sobre estos movimientos, salió a desmentir los anuncios y a denunciar una falta de comunicación institucional seria.
La realidad es que, más allá de los colores políticos, todos los sectores parecen haber actuado de manera inconveniente.
La oposición local, aprovechando la oportunidad de mostrarse activa y efectiva ante los vecinos, no dudó en avanzar por carriles paralelos al municipio, debilitando el principio de respeto institucional. Dirigentes con cargos de altísima sensibilidad, como en IOMA o en la Dirección Provincial de Hospitales, Ramiro Ramillo y Dr. Juan Riera respectivamente, desviaron parte de sus energías hacia acciones territoriales que, aunque legítimas en el juego político, abren interrogantes sobre sus verdaderas prioridades de gestión.
Pero tampoco el oficialismo municipal queda exento de responsabilidades. El intendente Ratto, en su reacción pública, dejó entrever una preocupante desconexión con organismos clave como Vialidad Provincial. Su falta de seguimiento o su decisión de no accionar ante gestiones urgentes, terminó dejando un espacio vacío que otros supieron ocupar con habilidad. En política, los vacíos de poder no duran mucho: si uno no gestiona, otros lo hacen.
Así, la Ruta 41, vital para el desarrollo y la conectividad de Areco, se convierte en un nuevo escenario de disputa política. En lugar de ser un logro colectivo, amenaza con transformarse en un trofeo de guerra.
En tiempos donde la gestión pública demanda eficiencia, diálogo y transparencia, lo que se vio en Areco en los últimos días es justamente todo lo contrario.