Fiesta total en una Tradición para recordar
La lluvia se llevó algunas las actividades en el campo del Parque Criollo, pero sin dudas puede decirse que la 85° Fiesta de la Tradición – domingo, mismo día de la efeméride – será recordada por convocatoria, preparación y si no fuera por ese chaparrón final, una de las mejores en mucho tiempo.
El Baile de la Tradición colapsó de participantes las márgenes Arellano y Lavalle de la plaza, el escenario dispuesto en esa esquina no dejó a nadie sin seguir alguna coreografía en el empedrado y los artistas arequeros acompañaron talentosos cada movimiento. La cantina atendida por personal de cuatro clubes deportivos trabajó hasta bien pasadas las dos de la mañana. Y en simultáneo, algunos de los bares que durante todo el sábado habían estado trabajando sin parar, siguieron atendiendo al público.
EL DESFILE
Que el agua llegaba a la noche, que empezaba a las seis …. y fue después de las cuatro, nomás. Pero antes, se cumplió el desfile tan esperado, con la presencia de la Banda Agrupación Sinfónica de la Policía de Buenos Aires y el cambio de guardia para el portador de la bandera nacional, con la despedida del Oscar “Mosco” Pereyra y la llegada de Edgardo Berta por los próximos tres años con ese honor. Lo explicó el intendente Francisco Ratto que presidió la ceremonia: cinco abanderados en ochenta y cinco años, nada menos.
El tradicional desfile comenzó con los paisanos y paisanas arequeros en primer orden, las tropillas, los centros tradicionalistas y visitantes de todo el país. Como esos amigos que vinieron desde 25 de mayo por caminos rurales desde el pasado miércoles y que quisieron repetir la aventura de sus veinte años.
El paso de los caballos inició pasadas las 11 y cerró cerca de las 2 de la tarde, en un recorrido que encontró el saludo de turistas y locales desde las veredas, en algunos casos pobladas por las mesas de bares y restaurantes y por supuesto, la “estación” de la plaza Gómez, el más pueblerino de los públicos en la tradición.
Quedan para próximos reportes imágenes del almuerzo, las primeras jineteadas y alguna anécdota, antes de la suspensión por mal tiempo. También esa hora en TN en el espacio de la periodista Paula Bernini, bailando una huella con Adolo Colombo Mosetti al canto de Marito Reynoso, celebrando la pintura del “Gaspa“, dejando que se despliegue el paisano amigo Jorge Torres con todos sus saberes y cerrando su móvil con los versos del querido “Pato” Soligón.
La postal arequera no pudo ser mejor.
(continuará)