Escándalo en Villa Lía: Alejandro Coria, ex gerente de la cooperativa de luz, en el ojo de la tormenta

Villa Lía vive horas agitadas tras el estallido de un escándalo que involucra a Alejandro Coria, ex coordinador general de la cooperativa de energía local, quien ha revolucionado las redes sociales y generado un fuerte conflicto institucional. Todo comenzó con una serie de publicaciones en Instagram en las que se muestra sonriente y activo, lo que muchos interpretan como el arranque de una potente campaña política. Sin embargo, detrás de esa imagen pública se esconde una interna feroz que salpica a la cooperativa y a sus dirigentes.
Coria, que se define como liberal y libertario, comenzó a expresarse abiertamente en redes sociales desde el pasado 15 de febrero. Según sus propias palabras en el programa “De Pura Sceppa”, la repercusión fue inmediata: “No me imaginé que iba a tener tanto impacto. Arranqué con 3.000 seguidores y empecé a expresarme libremente.”
Amparado, según dijo, en el artículo 19 de la Constitución Argentina y en tratados internacionales como el Pacto de San José de Costa Rica, Coria defendió su derecho a opinar políticamente desde sus cuentas personales, desvinculando esas expresiones de su función institucional.
Sin embargo, dentro de la cooperativa la lectura fue distinta: los delegados interpretaron que Coria estaba mezclando política con gestión, y que sus mensajes vinculaban a la institución con el partido La Libertad Avanza, algo que él niega categóricamente. La tensión escaló hasta una votación interna en la que Coria fue ampliamente derrotado (8 a 1), con el voto en contra incluso de su amigo Lucas Tasso, actual referente de la cooperativa. Coria que se votó a si mismo, por eso obtuvo 1 voto.
En un momento de la entrevista, Alejandro Coria arremetió también contra todos los partidos políticos, asegurando que lo usaron en distintas circunstancias. Señaló con fuerza al gobierno de Ratto, al que acusó de abusar de su autoridad y de no cumplir con las normas.
Lo llamativo es que, mientras habla de respetar las instituciones, su accionar reciente parece contradecir ese principio: ¿no es acaso una forma de debilitarlas el hecho de lanzarse a una especie de campaña personal desde las redes sociales, señalando, acusando y descalificando? Más aún cuando lo hace con frases como “mariconiadas de las redes sociales”, dicha con tono burlesco e irónico.
¿Qué mensaje se transmite con eso? ¿Está apelando al humor o descalificando a quienes piensan distinto, incluso con una expresión que podría leerse como ofensiva hacia colectivos históricamente discriminados? ¿Es necesario ese lenguaje en quien defiende tanto su gestión como su derecho a expresarse?
Por otro lado, resta preguntarse: ¿Qué busca Coria exactamente? ¿Posicionarse políticamente desde la denuncia constante y el ataque a minorías con derechos ganados? ¿Acaso no es contradictorio insistir tanto en destacar su —tal como él mismo define— excelente gestión en la cooperativa, cuando lo que está en el centro del debate es su exposición pública y su forma de comunicar?
Además, sostiene que las redes sociales no son medios masivos y que hoy se podría prescindir del periodismo, ya que cualquiera puede publicar lo que piensa. Esa afirmación es profundamente equivocada.
El periodismo no es solo publicar: es contrastar, contextualizar, comprender la complejidad y mostrarle a la comunidad la historia completa. Publicar no es informar. Un posteo, por más viral que sea, no reemplaza la función social del periodista, que sí está preparado para detectar cuándo una denuncia es legítima y cuándo es parte de una estrategia de posicionamiento.
El escándalo no quedó ahí. Su propia hija salió a defenderlo en redes, y distintos miembros de su entorno comenzaron a protagonizar una verdadera batalla digital, acusando directamente a Lucas Tasso de mala gestión dentro de la cooperativa.
Aquí la guerra que lamentablemente se hizo pública:
En los chats internos de la cooperativa, ahora expuestos en redes sociales, se leen fuertes acusaciones de parte de familiares directos de Coria, señalando manejos oscuros y decisiones cuestionables por parte de Tasso.
Aquí la cuenta de IG de Coria donde se resalta información de la cuenta que no coincide con sus dichos y donde puede ingresar para ver sus posteos y sacar conclusiones.
Lo que terminó de romper el equilibrio fue el llamado a ¿una rebelión fiscal? promovido desde sus redes y por parte de su familia: alentaban a los vecinos a no pagar impuestos ni tasas adheridas a la factura de energía, sino el consumo energético. En respuesta, Coria envió una carta documento a la cooperativa exigiendo explicaciones y denunciando lo que él considera una mala aplicación de la ley. Aclaró públicamente que su intención no es perjudicar a la institución, sino a los funcionarios que “actúan de manera incorrecta”, apuntando directamente a Tasso.
Vale recordar que el Gobierno Nacional eliminó impuestos de las boletas, pero eso no justifica el incumplimiento de tasas locales. Esta postura, considerada ilegal por Coria, llevó a la cooperativa a emitir un comunicado oficial pidiendo que los usuarios solo se informen a través de los canales cooperativos.
Esta guerra pública y digital ha generado un grave daño a la imagen de la cooperativa de Villa Lía, una institución que hasta ahora se mantenía con perfil bajo, pero que hoy está en el centro de una crisis que combina política, redes sociales, gestión pública y acusaciones cruzadas.
Sin ninguna duda, esto se trata de una clara pretensión de iniciar una campaña política local de alto voltaje que está generando una fractura sin retorno dentro de una institución clave para el pueblo de Villa Lía. ¿Por qué será que Coria no está en la foto del conformado equipo local de LLA? ¿También habrá interna dentro del nuevo espacio?
Análisis DBosco Digital-Material periodístico Ricardo Sceppacuercia