Desidia institucional y agendas mal armadas opacan un festival solidario para el Hogar San Camilo

Lo que debía ser una jornada de solidaridad y compromiso colectivo se convirtió en un triste reflejo de la falta de empatía y coordinación institucional. El festival organizado por el Rotary Club, a beneficio del Hogar San Camilo, apenas logró convocar al público esperado, no por falta de difusión o esfuerzo de los organizadores, sino por la desorganización deliberada de quienes deberían dar ejemplo desde el gobierno local.
Dos viajes se hicieron de Vagues a Areco para traer a los chicos del hogar, con lo que implica movilizarlos.
Con necesidades urgentes y crecientes, el Hogar San Camilo —que alberga y cuida a niños en situaciones vulnerables— trabajó toda la vida sin pedir nada. Hasta que ya no pudo más. No hace tantos años que piden la colaboración de la comunidad. Y, en lugar de recibir el respaldo total de todos y el Estado, se encontró compitiendo en agenda con dos eventos organizados sobre la marcha, a sabiendas de la existencia del festival solidario. Uno de ellos, en el Salón Guerrico con más de 300 personas, y otro en Duggan con una convocatoria superior a las 400.
¿Dónde quedó la coordinación? ¿Dónde el sentido común? ¿Era tan difícil reprogramar eventos gratuitos para no superponerlos con una causa tan noble? ¿Tan fuera de agenda están los chicos del Hogar?
A pesar de la escasa presencia, quienes acudieron lo hicieron con el corazón en la mano. Desde donaciones mensuales de 3.000 o incluso 50 pesos, hasta el compromiso de voluntarios como Chango Cárdenas, que aporta sonido gratuitamente. También un grupo de mujeres que, desde las redes sociales, se movilizan incansablemente para ayudar al Hogar.
No se puede justificar la apatía. La falta de planificación y empatía institucional no es un descuido: es una señal clara de que las causas sociales no están en la agenda del gobierno local.
La organización del evento del Rotary se venía anunciando con más de 25 días de antelación. La otra programación fue decidida con solo una semana de margen. ¿Casualidad o indiferencia?
El Hogar San Camilo no se mantiene solo con buenas intenciones: necesita aportes mensuales, necesita compromiso sostenido. “Por poco que parezca, todo suma. Si somos muchos, con un poquito hacemos muchísimo”, dicen desde la organización.
Eventos como el del Salón Guerrico, con el brillante espectáculo de Adrián Maggi, acompañado por Miguel Ángel Gasparini son sin duda propuestas culturales de gran valor, y merecen ser celebradas.
Y lo mismo ocurre con el ciclo Peñas del Encuentro, organizado por el Ateneo Tomás Román junto al Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires —vinculado a La Cámpora—que tuvo lugar en Duggan con entrada libre y la destacada actuación de Los Chaza. No se trata de desmerecer ni a los artistas ni a quienes disfrutan de la cultura popular.
El problema radica en la falta de sensibilidad y coordinación por parte de quienes toman decisiones políticas, tanto desde el gobierno como desde la oposición. Ambos sabían de antemano que ese día se realizaba el festival solidario a beneficio del Hogar San Camilo. Y, aun así, decidieron superponer sus eventos.
Lo que vimos este fin de semana es un síntoma más de una enfermedad social: la falta de prioridad hacia quienes más lo necesitan. Y esta vez, los perjudicados fueron los chicos del Hogar San Camilo.
El apoyo que no se mide en números, sino en conciencia
FE DE ERRATAS: DBosco Digital publicó en esta nota una cita adjudicada al padre Berola y fue un error. Esa cita que ya fue corregida corresponde a un análisis efectuado por este medio, no al padre Berola. Sus dichos fueron los que están en el audio que se publica arriba donde dice: “Terminó el espectáculo que hizo el municipio a último momento”.
DBosco Digital se disculpa por el error.