Vecinos reclaman por las fiestas ruidosas en el Centro de Jubilados
“Yo lo inicié en el año 98 y me entregué. Ahora unos nuevos vecinos me han venido a ver para que los acompañe” dice Alberto “Pelin” Laurens, a la salida de la secretaría del Municipio. Desde ese año hasta ahora reclama por los ruidos de las fiestas en el Centro de Jubilados los fines de semana. “Tuve todos los gobiernos y ningún de los que pasó me contestó. Nadie. Entonces la gente que se movía conmigo ha fallecido y sigue estando en el Centro de Jubilados molestando”.
En todos estos años, dice Laurens, “jamás” tuvieron una respuesta. “Además, cuando salen, eso de las cuatro o cinco de la mañana, tenemos que limpiar las veredas, el grito, rompen las persianas de madera y también el sonido” agrega, “cada vez hay más, los sistemas de sonido mejoran, entonces… tiemblan los vidrios de mi casa cuando empieza la música a todo vapor“.
La mañana del viernes estuvieron en la municipalidad con la intención de reclamar. “ Queremos hablar con alguien, pero aparentemente están todos ocupados” cuenta el vecino de la calle Zapiola. Aún cuando se trate de un local habilitado – como aseguran fuentes oficiales – “ pienso que tiene que tomar medidas y haber un control. Porque las paredes del Centro no están hechas para hacer una confitería bailable o una fiesta. Están hecha para un salón, para eventos, para una reunión en general, para dar una conferencia“.
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