Aumento del 3% y justificaciones oficiales: qué dijo Amadeo tras la última paritaria del año
El jefe de Gabinete defendió la propuesta salarial del Ejecutivo, aseguró que los sueldos “superaron la inflación” y justificó la falta de un bono. Sus declaraciones reabren el debate sobre la situación económica municipal y el rol político de la gestión.
“Lo que está dentro de nuestras posibilidades es esto”
Luego de que ATE cuestionó duramente el aumento del 3% no remunerativo ofrecido en la última paritaria del año, el jefe de Gabinete, Miguel Amadeo, explicó la posición del Ejecutivo y defendió la propuesta.
Consultado sobre el ofrecimiento, afirmó: “El ofrecimiento que hicimos es un 3% con carácter no remunerativo, acumulativo porque se aplica sobre los valores del mes de diciembre que se cobran en enero. Esta es la propuesta que nosotros podemos hacer en este último tramo del año”.
Según Amadeo, el cierre del ejercicio económico limita las posibilidades del municipio: “La situación no es la que nos hubiera gustado tener a esta altura del año, pero bueno, habiendo hecho las distintas posibilidades, lo que está dentro de nuestras posibilidades es esto”.
La negativa al bono: “Nuestra prioridad es garantizar el pago de los aguinaldos”
Frente al reclamo sindical de un bono de entre 70 y 100 mil pesos -particularmente para las categorías más bajas- Amadeo sostuvo que este año “no es posible” otorgarlo. “En otros años que hemos tenido otra situación económica hemos podido dar un incremento y además fortalecerlo con un bono. Este año esa posibilidad la vemos muy lejana porque nuestra prioridad siempre es poder garantizar el pago de los aguinaldos, que es en dos semanas, y el pago de los sueldos”, dijo.
Consultado sobre el aguinaldos aseguró que: “Sí, está garantizado el pago.”
Inflación, aumentos y una referencia que llamó la atención
Cuando se le planteó que muchos trabajadores y ATE aseguran que los aumentos no superaron la inflación, Amadeo respondió: “Eso es fácilmente verificable. Ponés el acumulado de inflación y el acumulado de aumentos, y ha sido así.”
Sin embargo, al explicar la pérdida de poder adquisitivo, volvió a apelar al contexto nacional anterior: “Obviamente nos pesaba mucho años anteriores cuando no podíamos alcanzar los porcentajes de inflación con los aumentos salariales que dábamos porque con una hiperinflación como la que tuvimos, sobre todo desde el último tramo del gobierno Alberto Fernández, cada esfuerzo que hacíamos, por importante que sea, el otro mes se fulminaba.”
La mención al gobierno nacional de 2019-2023 aparece en un momento en que el municipio ya transita la segunda gestión de Francisco Ratto, reelecto hasta 2027.
Amadeo también fue consultado sobre el movimiento de trabajadores que dejan el municipio debido a los bajos salarios. Su respuesta fue: “Te diría que no tenemos números que salgan del promedio, y las razones por las cuales hay rotación son diversas. Algunas son salariales, otros que consiguieron mejores trabajos, otros que no les gustó lo que hacen. No vemos un éxodo masivo por esa causa, claramente”.
Un discurso que no cierra con la realidad
Las declaraciones de Amadeo dejan a la vista un conjunto de tensiones que atraviesan la política salarial del municipio. Veamos:
1. Defender un aumento que no aumenta
Mientras ATE demuestra -con números- que el 3% no remunerativo no implica mejora real, el Ejecutivo lo presenta como un esfuerzo económico “posible”.
La frase “lo que está dentro de nuestras posibilidades es esto” suena ajena a la urgencia de trabajadores que no llegan al día 12 de cada mes.
2. La herencia eterna: hablar de Alberto Fernández en 2025
El jefe de Gabinete vuelve a explicar la situación salarial municipal con referencias al gobierno nacional anterior: “El último tramo del gobierno Alberto Fernández…”
Sin embargo, la administración local:
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gobierna desde 2019
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fue reelecta en 2023
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y su mandato continúa hasta 2027
A esta altura, hablar de “la herencia” no solo resulta anacrónico: se vuelve un atajo discursivo que evita asumir responsabilidades actuales.
3. Ausencia del intendente: un silencio que pesa
Además del monto ofrecido, la reunión dejó expuesto un problema político estructural que atraviesa toda la gestión:
El intendente Francisco Ratto jamás participó de una paritaria. Nunca.
Desde 2019 -año en que asumió su primer mandato y aun reelecto hasta 2027- Ratto nunca encabezó la instancia de negociación salarial de los trabajadores municipales, una de las responsabilidades más sensibles de cualquier administración local.
En su lugar, siempre es el jefe de Gabinete, Miguel Amadeo, quien se sienta sistemáticamente a “negociar”. Pero no es negociación: es informar decisiones cerradas, sin margen de discusión.
Este desplazamiento de roles, repetido durante toda la gestión, ya no puede leerse como una delegación administrativa: es una sustitución política.
Y allí aparece la pregunta central:
¿Cómo puede ser que quien define el salario de miles de trabajadores no sea el intendente elegido por el voto popular, sino un funcionario designado, sin mandato electoral, sin legitimidad directa y sin haber sido refrendado por la ciudadanía para ocupar ese lugar?
En San Antonio de Areco, el salario municipal -su evolución, su deterioro, su conflicto- está siendo definido por alguien que no eligió el pueblo.
Ese es hoy el corazón de la preocupación institucional.
4. La afirmación de que “superaron la inflación”
La declaración es: “Ponés el acumulado de inflación y el acumulado de aumentos, y ha sido así.”
Pero los trabajadores que cobran $250.000 o $300.000 saben que:
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la canasta básica aumenta más rápido que el índice general,
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el salario municipal quedó muy por debajo de la inflación de alimentos,
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y la pérdida del 7% transformado en remunerativo redujo el ingreso de enero.
La brecha entre el Excel del Ejecutivo y el changuito del trabajador es imposible de ignorar.
5. La negación de la fuga laboral
Decir que “no vemos un éxodo masivo” contrasta con:
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enfermeras que renuncian por salarios de pobreza,
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docentes municipales que migran al sistema provincial,
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personal de mantenimiento que busca empleos con mejores condiciones.
La realidad es más dinámica -y más dolorosa- que la descripción que ofrece el jefe de Gabinete.
Un mensaje político que ya no alcanza
La intervención de Amadeo pretende transmitir orden fiscal, previsión y esfuerzo.
Sin embargo, frente a trabajadores que cobran menos de $300.000 y reciben 5.000 pesos de aumento, sus palabras suenan insuficientes.
Entre un intendente ausente, un 3% que no recompone y un discurso enfocado en el pasado, lo que queda en el presente es:
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un municipio sin paritaria vigente
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trabajadores sin recomposición real
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y un 2025 que comienza con una tensión creciente
La discusión de fondo no es solo salarial: es política, institucional y social.
Y recién empieza.

