Así celebra Areco un nuevo aniversario de su fundación

 

Desde esta mañana el Pueblo de San Antonio de Areco festeja el aniversario 287° de su fundación con el gran desfile de instituciones, paisanos y fuerzas vivas.

Como cada año, la Plaza Ruíz de Arellano reúne a cientos de vecinos y turistas para disfrutar de la esencia de nuestra cultura más tradicional. Durante el acto oficial estuvieron presentes las autoridades municipales, concejales, instituciones intermedias y un amplio público, convocados por un genuino y sentido espíritu de pueblo.

 

Así fue el desfile de paisanos de este domingo en la Plaza Ruíz de Arellano:

VIVO | Desfile de paisanos en el cumpleaños del pueblo

Posted by Municipalidad de San Antonio de Areco on 15 অক্টোবর 2017

 

LA HISTORIA DE ARECO

El dominio de los Querandíes fue absoluto hasta el siglo XVI. Con la llegada de los conquistadores españoles la comarca se convierte en lugar de paso obligado en la ruta al Alto Perú y al Paraguay. Precisamente en la unión de las dos culturas se encuentra el origen del gaucho.

Los primeros asentamientos se registran en el siglo XVII con los jesuitas a orillas del actual Río Areco. Una suerte de aldea comenzó a tomar forma y el choque entre querandíes y españoles fue inevitable. En 1714, un gran ataque de los querandíes asoló la región. Los colonos, para librarse de ellos, prometieron construir una capilla bajo la advocación de San Antonio de Padua. Concedida la gracia, los hispano-criollos no tardaron en cumplir su palabra. Con el crecimiento de la población que incluía a mujeres e indios y encabezados por José Ruiz de Arellano el Cabildo Eclesiástico de la Ciudad de Buenos Aires declara a San Antonio de Areco como una de las primeras siete  “Parroquias de campaña”, firmándose el documento el 23 de octubre de 1730, fecha que se considera la partida de nacimiento del pueblo.

El pueblo lentamente fue creciendo. Con las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807, Areco se convierte en uno de los pueblos que recibe prisioneros británicos. Iniciada la etapa de la Independencia, Areco aporta con Juan H. Vieytes a uno de los hombres más lúcidos de la Revolución.  Por su estratégica ubicación fue siempre lugar de paso y encuentro de los personajes que forjaron o visitaron el país: José de San Martín, Charles Darwin, Matías Zapiola, Juan Manuel de Rosas, Facundo Quiroga, Carlos Gardel, Walt Disney, Jorge Luis Borges o Astor Piazzolla.

A mediados del siglo XIX llegaron a San Antonio de Areco inmigrantes; entre ellos españoles, croatas, italianos e irlandeses; dando lugar al actual paisano, resultado de la unión del gaucho con el inmigrante. En 1926 Ricardo Güiraldes, hijo de una vieja familia local, vuelca en su poética novela “Don Segundo Sombra” el resultado de tres siglos de historia. La obra es un hito nacional, conmueve al pueblo fortaleciendo su compromiso por preservar la tradición.

En 1939 un grupo de vecinos y paisanos organizan la Fiesta de la Tradición, hoy la celebración criolla más antigua del país como homenaje al hombre de campo y sus costumbres.  El pueblo es declarado “Poblado de Interés Histórico Nacional” por la Presidencia de la Nación en el año 1999, y “Capital Nacional de la Tradición” en 2014.

 

EL DÍA DEL PUEBLO

En el año 1728, Don José Ruiz de Arellano y su esposa Doña Rosa de Giles y Monsalvo hicieron completar la construcción de una Capilla que pusieron bajo la advocación de San Antonio de Padua. El Cabildo Eclesiástico resolvió, mediante acuerdo del 23 de Octubre de 1730, la creación de las primeras seis parroquias de campaña. Entre estas se encontraba “Pago de Areco”.

La aprobación definitiva de la creación de la Parroquia del Pago de Areco por parte de la autoridad civil se verificó por Cédula Real del 19 de Diciembre de 1731. Sin embargo, por la trascendencia en lo que significa el reconocimiento de un núcleo estable de vecinos de San Antonio de Areco, la fecha del 23 de Octubre de 1730 es la que se tiene en cuenta como referencia para establecer la fundación del pueblo.

El 17 de Julio de 1750, Don José Ruiz de Arellano documentó la donación de 1.000 varas de frente sobre el río por 9.000 varas de fondo para que con la venta de sitios, solares y cuartos de solares atendiera a la extensión del Santuario.

 

DESDE LA CAPILLA HASTA EL TEMPLO ACTUAL

Si bien la parroquia del pago se creó en 1730, la forma de la iglesia fue cambiando y evolucionando en varias oportunidades a lo largo de la historia de nuestra comunidad.

Los feligreses habían hecho una promesa y esta consistía en que si cesaban los ataques de los malones, que fueron continuos entre 1710 y 1714, a modo de agradecimiento se levantaría un templo para orar. Al cesar los ataques durante varios años Don José Ruiz de Arellano fundó el primer oratorio en el casco de su estancia. Este oratorio funcionaba en una de las habitaciones donde los feligreses veneraban la imagen de San Antonio de Padua. En otro de los cuartos vivía el capellán don Roque Ximenes. Tanto él como el oratorio eran sustentados económicamente por el dueño de la estancia.

Pasaron los años y entre 1720 y 1728 se construyó la primera capilla. Esta estaba emplazada en el mismo lugar que la actual, con igual frente pero desplazada levemente a la derecha (mirándola desde la Plaza). Sus paredes estaban construidas con adobe crudo; su techo era de tejas con tres puertas de dos batientes y una ventana. La torre fue construida luego hacia 1759.

Hasta el año 1730, la única parroquia hasta Santa Fe era la de Buenos Aires y debido a que era imposible atender a la gran cantidad de feligreses que había en el campo, la autoridad civil dictó el Acuerdo del 23 de octubre de 1730, que creó los seis primeros curatos de campaña, entre los que se encontraban el Pago de Areco. En consecuencia, la capilla pasa a ser Parroquia.

En 1782 se edificó la segunda iglesia, que se levantó inmediatamente a la derecha de la actual. Ese era el lugar antiguo que mencionan los documentos. En esta iglesia se ofició misa hasta 1779, fecha en que se mandó a demoler por orden del obispo de Buenos Aires Fray Sebastián Malbran Pinto, entendiéndose que había quedado chica con respecto a la cantidad de fieles que asistían a la misa. Por diferentes circunstancias la construcción se inició tres años más tarde (1782); estuvo un año parada y el nuevo edificio fue habilitado en 1792.

El nuevo templo tenía el doble de tamaño del anterior, con techo de ripia a dos aguas y cabriada de madera del Paraguay. El piso era de gruesas baldosas fabricadas en el pueblo y su frente no tenía campanario. Funcionó hasta 1868, año en que fue demolida por la misma causa que la anterior, dejándose la sacristía para oficiar misa mientras se construía la tercera y actual iglesia.

El tercer templo se inauguró el 9 de julio de 1870. Fue diseñado y dirigida su construcción por el ingeniero Enrique Hunt, cuando era cura párroco el presbítero José Matías Cambra. La edificación primitiva tuvo varias modificaciones, siendo la más importante la efectuada en 1940 durante el curato del Presbítero Juan C. Duque. La familia Laplacette fue una de las principales donantes de los recursos para la remodelación.

La piedra fundamental de la actual iglesia fue colocada el 7 de febrero de 1869 y quedó sepultada debajo de la puerta central de entrada. Dentro de ella se colocó una caja de plomo que contiene el acta original escrita en pergamino, periódicos del día, medallas y monedas de la época.

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