Se destrabó el conflicto entre las farmacias y el PAMI
Ayer a la tarde se hizo un desembolso parcial de la deuda; la suspensión de la venta a los afiliados tuvo una adhesión dispar.
“PAMI, corte por tiempo indeterminado”, podía leerse ayer temprano en un cartel rojo con letras blancas en la página de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA). El mensaje se dirigía a todas las farmacias del país. Pero no todas suspendieron el servicio. Al caer la tarde, el mensaje cambió: “Crisis del convenio PAMI. Pago de emergencia y levantamiento temporario del corte [del crédito a favor de los afiliados para comprar sus medicamentos]”.
Así, la medida que suspendía la venta de medicamentos a los afiliados del PAMI se diluía hacia la noche. La deuda entre la entidad y los laboratorios farmacéuticos, que son las partes del contrato vigente, es de 2600 millones de pesos y comenzó a acumularse hace ocho meses. El martes, el PAMI transfirió 930 millones de pesos del cronograma de pagos convenido para saldarla.
Según un recorrido que hizo LA NACION, en la mayoría de las farmacias consultadas al azar desde Olivos hasta Palermo atendían a los afiliados al PAMI. “El problema es en provincia”, repetían los farmacéuticos en la ciudad de Buenos Aires.
En la farmacia Nueva Libertador, en Vicente López, el servicio acababa de normalizarse. Eran las cinco de la tarde. “A la mañana atendimos sin problemas. Al mediodía estuvimos dos horas sin servicio y ahora nos confirmaron los gerentes que podíamos continuar trabajando normalmente”, dijo la empleada Malvina Pujales.
Mientras, entre las partes responsables de este conflicto se sucedían reuniones y llamadas telefónicas tratando de destrabarlo. Algunas entidades buscaron durante la tarde diferenciarse de la COFA.
Fefara Federación Farmacéutica indicó a través de un comunicado que había solicitado una reunión con Carlos Regazzoni, director ejecutivo del PAMI, para el martes próximo. “Reiteramos nuestra permanente voluntad de no limitarnos a la queja simple y llana, sino construir soluciones con todos los involucrados”, se informó. La Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (Facaf) aseguró que seguiría atendiendo a los afiliados del PAMI.
Desde la COFA, el Colegio Oficial de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal (Cofybcf) y el Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires exigían que el PAMI pagara la deuda con los prestadores.
A medida que pasaban las horas, se ponían cada vez más a prueba las posiciones de las partes: el PAMI y la industria farmacéutica. El presupuesto anual del PAMI es de unos 85.000 millones de pesos, de los que el 30% es para pagar fármacos.
La entidad transfiere los pagos a los laboratorios, que, por convenios de parte, les pagan a las farmacias. Éstas les compran los productos a las droguerías, muchas de las cuales pertenecen a la industria farmacéutica. Este circuito no incluye los medicamentos de alto costo o especiales, los que usan los pacientes oncológicos o trasplantados, entre otros.
Cuando caía la tarde, LA NACION pudo conocer que el PAMI había transferido 500 millones de pesos y los laboratorios, su parte en notas de crédito para las farmacias. El monto total no sería inferior a los 1000 millones de pesos.
Fuente: La Nación