Herencia Fierrera: La Familia Florio en el Arranque del Procar 4000

El automovilismo siempre ha sido un deporte de tradiciones y legados familiares, y este fin de semana en el autódromo “Roberto Mouras” de La Plata, una familia de San Antonio de Areco escribió su historia en el asfalto. Roberto Florio y sus hijos, Francisco y Santiago, fueron protagonistas en la Clase B del Procar 4000, compartiendo la pasión por la velocidad y la emoción de la competición.
Desde sus orígenes, el Procar 4000 se ha caracterizado por ser una categoría donde la herencia automovilística se transmite de generación en generación. Apellidos como los Ciocci, los Maggini o los Gargaglione han dejado su huella, y ahora la familia Florio se suma a esta tradición con un desafío especial: competieron juntos en una misma fecha.
El equipo Florio Motorsport ha trabajado intensamente para poner en pista los Ford con los que padre e hijos enfrentaron la primera cita del campeonato 2025. Con la mecánica a cargo de Sergio Sala y el asesoramiento en el chasis de Federico Balinotti, los tres pilotos vivieron una experiencia única.
Para Roberto “Turbina” Florio, esta carrera representa un sueño hecho realidad. Compartir pista con sus hijos Francisco y Santiago, este último debutando en la categoría, fue momento que quedará grabado en la historia familiar y en la memoria de los aficionados de Areco.
Décadas atrás, la familia Machado marcó una época en el TC del Oeste con la participación de Juan “El Tubo” y sus hijos Juanchi y Rubén; hoy, la historia se repite con los Florio, demostrando que la pasión por los fierros sigue más viva que nunca.
El fin de semana tuvo altibajos para la familia en términos deportivos. Francisco y Santiago lograron destacarse en las primeras sesiones, manteniéndose dentro del top 10, pero algunos contratiempos mecánicos complicaron la participación de Roberto, quien sufrió la rotura del motor desde el viernes y no pudo clasificar en la serie.
A pesar de las dificultades, el entusiasmo y el espíritu de equipo nunca flaquearon, reflejando la esencia de esta familia fierrera que sigue apostando por la emoción de las carreras.
Sin duda, este inicio de campeonato ha sido especial para la familia Florio, no solo por el desafío deportivo, sino por el significado de compartir la pista juntos.
Con la mirada puesta en lo que vendrá, el equipo de San Antonio de Areco seguirá trabajando con la misma pasión que los trajo hasta aquí, demostrando que en el automovilismo, más que la velocidad, lo que realmente importa es la historia que se escribe en cada vuelta.