Destrozos en el cementerio local ¿Somos así en nuestros hogares?
A veces uno se pregunta si lo que ocurre o hacen las personas en los espacios “públicos” también lo hacen en sus casas. Considero y quiero creer que no. Porque quisiera saber si a los vecinos de nuestra cuidad les gustaría vivir con las paredes de sus casas (por dentro) todas escritas y dañadas. Esto claramente no es así, entonces tampoco tendrían que pintar los espacios que piensan “públicos” pero no lo son.
¿Por qué suceden estas cosas? ¿Hasta cuando vamos a permitir, y los familiares de estos espacios tiene que soportar y ver que un lugar de descanso para aquellas personas que ya no están, se encuentra dañado y rayado? A ninguno de nosotros no agradaría vivir en un lugar escrito con pintura o con el material que sea. Bueno, a ellos -que por más que no estén físicamente- tampoco, y a sus parientes mucho menos.
En estos días, hemos recibido unas imágenes que nos envió la encargada del cementerio local que muestran que la bóveda de la familia Aubain había sido no solo escrita y rayada en las paredes del exterior, sino que también han roto los vitraux del lugar. No importa el valor económico, sino que el hecho es que no corresponde el daño que ocasionan.
Gracias a la gente que trabaja en el cementerio, ya se limpiaron las paredes, no así la reparación de los vitraux que para la familia significan mucho ¿Esto tiene que ver con la educación que reciben los chicos? La respuesta tendríamos que pensarla cada uno. Pero a veces, está frente a nosotros y no es necesario meditar mucho lo que diríamos.
Pudimos saber que además de lo que hicieron, algunos faroles del cementerio también se encontraron rotos. Si bien los causantes de todo esto no fueron aprehendidos, se supo -porque los detectaron- que serían jóvenes entre 14 y 15 años, mujeres y varones.
Esperemos que después de lo publicado las cosas cambien y tomemos un poco más de conciencia acerca de los límites entre lo público y lo privado. Que estos hechos no sucedan más y nos respetemos entre todos.