Mientras Catalina mejora, otra explosión en una feria escolar dejó cuatro estudiantes heridos en Buenos Aires

Fuente: Diario La Opinión de Pergamino
Catalina Maglio, la niña de 10 años que sufrió quemaduras tras la explosión en una feria de ciencias en Rancagua (Partido de Pergamino), continúa evolucionando favorablemente y ya respira por sus propios medios. Mientras su familia y la comunidad educativa siguen de cerca su recuperación, este miércoles se produjo un nuevo hecho similar en la Ciudad de Buenos Aires: cuatro estudiantes resultaron heridos en una práctica de laboratorio en una escuela del barrio de Palermo.
Explosión durante un experimento en Palermo
El incidente ocurrió en el Colegio Guadalupe, ubicado en Paraguay al 3900. Según informaron fuentes policiales, una fuerte explosión se produjo durante un experimento con alcohol etílico, lo que provocó quemaduras de distinta gravedad en cuatro alumnos de entre 13 y 16 años.
Las víctimas fueron trasladadas al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez con lesiones en el rostro y el torso. La madre de uno de ellos también sufrió heridas leves. El adolescente más afectado, de 16 años, presenta quemaduras en entre el 30 % y el 35 % de su cuerpo -en abdomen, tronco, cuello y rostro- y permanece internado en terapia intensiva.
En el lugar trabajaron personal del SAME y efectivos de la Policía de la Ciudad para asistir a los heridos y determinar las causas de la detonación.
Testigos relataron que el fuego se inició sobre una mesa de madera y que no había matafuegos disponibles en el aula. Uno de los estudiantes contó a la prensa que vio cómo un compañero “se prendió fuego de pies a cabeza” y cuestionó la reacción del docente a cargo.
Responsabilidades institucionales y marcos normativos
Tanto en la provincia de Buenos Aires como en la Ciudad Autónoma, las instituciones educativas tienen la obligación de garantizar condiciones de seguridad e higiene adecuadas para el desarrollo de actividades escolares, incluidas las prácticas experimentales.
En territorio bonaerense, la Resolución 3363/05 de la Dirección General de Cultura y Educación establece que los establecimientos deben contar con matafuegos en condiciones, planes de evacuación actualizados y protocolos específicos para actividades experimentales. Además, el artículo 18 de la Ley de Educación Provincial N° 13.688 indica que el Estado debe “asegurar la protección integral de niños, niñas y adolescentes en el ámbito escolar”.
En la Ciudad de Buenos Aires, el Reglamento Escolar y la normativa de la Dirección General de Infraestructura Escolar exigen que todas las prácticas de laboratorio estén supervisadas por personal capacitado, que se utilicen materiales seguros y que existan elementos de protección y respuesta inmediata frente a siniestros.
A nivel nacional, la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes establece en su artículo 9° que los organismos del Estado deben adoptar “todas las medidas apropiadas para garantizar la protección de los niños contra cualquier perjuicio físico o mental”. A esto se suma la Resolución 367/04 del Consejo Federal de Educación, que insta a las jurisdicciones a elaborar planes integrales de seguridad escolar, incluyendo capacitación docente, mantenimiento edilicio y simulacros periódicos.
En todos los casos, la responsabilidad primaria recae sobre el equipo directivo y docente, que debe cumplir y hacer cumplir los protocolos. A su vez, los ministerios jurisdiccionales tienen responsabilidad subsidiaria y de control: deben supervisar las condiciones edilicias y de seguridad, y aplicar sanciones si hay incumplimientos.
Estos incidentes, ocurridos con pocos días de diferencia en Pergamino y en Palermo, vuelven a poner en discusión la falta de prevención, la formación en seguridad escolar y el cumplimiento efectivo de las normas vigentes, especialmente en actividades experimentales que involucran sustancias inflamables.