La UNSAdA celebró su décimo aniversario con un emotivo reconocimiento a personalidades destacadas locales y de la región
En el marco de su décimo aniversario, la Universidad Nacional de San Antonio de Areco (UNSAdA) realizó este jueves un acto de reconocimiento “a quienes contribuyeron a su crecimiento y consolidación en la región”.

El salón del rectorado se colmó de representantes de la política, el empresariado, la educación, la cultura, el deporte y la prensa, entre otras áreas, que acompañaron -como señalaron en sus palabras iniciales el rector, doctor Jerónimo Ainchil, y la vicerrectora, doctora Silvina Sansarricq- este presente de la universidad, con un rol protagónico en las vidas de los estudiantes, profesores y catedráticos.

Ainchil destacó especialmente la presencia de los intendentes Iván Villagrán (Carmen de Areco), Fernanda Astorino Hurtado (Capitán Sarmiento), Miguel Gesualdi (San Andrés de Giles), Fernando Bouvier (Arrecifes) y el intendente Francisco Ratto anfitrión del encuentro. También participaron los ex intendentes Oscar Ostoich, Carlos Javier Puglelli y Fernanda Antonijevic.

Convocados según sus funciones o ámbitos -como el sector agropecuario, la cultura o por haber sido los primeros interlocutores de las autoridades de la UNSAdA- todos los homenajeados recibieron un diploma que, con nombre y apellido, resaltó su aporte a la consolidación de esta casa de estudios en la región.

Con palabras cálidas y recuerdos que apelaron a los inicios de su gestión al frente de la universidad, Ainchil evocó aquellos primeros años, cuando los vecinos se pusieron a disposición y fueron parte de inmediato del proyecto.

“Es la universidad en la comunidad”, destacó uno de los funcionarios durante la ceremonia. Esa idea quedó reflejada en el video proyectado al comienzo del acto, que mostró imágenes de las sedes actuales y los avances logrados en esta primera década.
En ese recorrido audiovisual resonaron especialmente los testimonios emocionados de los egresados, voces quebradas que celebraron haber alcanzado una meta durante mucho tiempo imposible, la concreción de un futuro laboral palpable y esa particular condición que deja la vida académica: las amistades labradas para siempre.
¡Felicitaciones, UNSAdA! Por muchos años más.

