Presentación del libro “Nuevos Rostros, Mismo Espíritu”: Vagues como historia, memoria y pertenencia

En el Salón Guerrico se llevo a cabo el último fin de semana de una presentación que fue mucho más que un acto literario. Allí se dio a conocer Nuevos Rostros, Mismo Espíritu, el libro de Gabriela Gaete, una obra que recorre la transformación del pueblo de Vagues y la historia profunda del Hogar San Camilo desde una mirada sensible y cercana.

La escritora construye cada capítulo como si estuviera caminando por el lugar: la vieja estación, la capilla, el olivo centenario, los pasillos del Hogar y la presencia invisible de quienes habitaron esas paredes antes. El libro devuelve al lector una memoria vivida, donde las historias del lugar se enlazan con las de quienes lo sostuvieron con afecto y compromiso.

La presentación convocó a ex pupilos, estudiantes, docentes  y familias. También estuvo el maestro Adolo Colombo Mosseti, docente durante diez años en el establecimiento, que además regaló una interpretación en piano. Los chicos del Hogar participaron con entusiasmo y orgullo, formando parte del relato que el libro trae al presente.

Cuando tomó la palabra, Gaete contó que su vínculo con Vagues nació por casualidad, cuando llegó al Hogar San Camilo “y encontró ahí amor”. No necesitó muchas más palabras para explicarlo: para ella, ese lugar fue una revelación. Con el paso del tiempo descubrió que detrás de la cotidianeidad había una historia más grande. “Vagues no era solo un pueblito aislado, expresó, Era un lugar con pasado, con memoria y con personas que lo hicieron posible”.

Gaete compartió que su investigación no surgió de un momento único, sino de años de vínculos y encuentros. Habló con ex alumnos del antiguo colegio pupilo, se interiorizó en archivos y recibió material histórico. En ese camino hubo un capítulo que la atravesó especialmente: el dedicado a las cuidadoras del Hogar. “Lo titulé Madres, porque muchas, sin serlo, cumplen ese rol todos los días”, dijo conmovida.

El libro reúne 17 capítulos que recorren el espíritu del Hogar San Camilo y su comunidad a través del tiempo. El título surgió del corazón de la obra: “La historia no terminó con los que la comenzaron. Cambian los nombres, llegan nuevos rostros, pero el espíritu es el mismo. El amor es tan fuerte que permitió que todo esto siguiera en pie”, compartió.

La presentación fue un reflejo de aquello que el libro sostiene: cuando las historias se sostienen entre muchos, sobreviven. Al despedirse, la autora dedicó una frase que quedó flotando en el salón:
“Esto es una caricia al alma”.

Y así fue. Una tarde donde la literatura, la memoria y la comunidad volvieron a encontrarse.

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