Dr Carmena: “La salud es de la gente y nadie es imprescindible en esta vida. Y yo, menos”

A pocos de días de renunciar a la dirección del Hospital Emilio Zerboni y en diálogo con Daniel Bosco en FMSol, el doctor Luis Carmena reflexionó en profundidad sobre su visión sobre la salud pública, la relación con los doctores Spina y Crudo y su enorme agradecimiento a todo el personal . Con palabras muy elogiosas hacia el intendente Ratto durante la pandemia, Carmena fue categórico a la hora de opinar – “La salud es de la gente y nadie es imprescindible en esta vida. Y  yo,  menos“-  y  dejó algunas frases para agendar :  “Me llevo el mejor de los recuerdos porque entregaron todo y el amor hacia la gente,  que es lo que yo traté de inculcarles siempre: tratar de que el paciente piense que es tu hermana,  tu madre o  tu amigo. Que así los debemos tratar. En la sonrisa siempre, el cariño y el afecto,  muchas veces curan más que un montón de medicaciones”

A continuación, los segmentos principales de la charla:

Dr Luis Carmena: –   Siempre requiere dejar cosas la salud pública,  la entrega tiene que ser mucha y tiene que ser de corazón, no económica. Tiene que ser de corazón porque si vos te ponés a pensar la parte económica,  nadie lo agarra . Imaginate cuántos profesionales hay y cuántos se ofrecen para ser director. Pero bueno, es una cosa que llevo adentro siempre desafiarme,  ponerme metas, que es lo que intenté impulsar en el hospital siempre metas, la satisfacción de la gente, que es lo que queda.

Y como era mi último envión de gestión por la edad, y aprovechando todo mi camino desde la cuarta dirección más allá de la formación en la maestría en Economía y Gestión en Salud y  de la Cardiología y la Terapia y todo lo que tengo hecho, quise volcarlo en el pueblo, en San Antonio de Areco. Se ve que  mi señora es de ahí, tengo mucho cariño por el hospital.  que nunca miré la parte política. Siempre  pensé que el mejor político fue el que le dio bola a la salud, para hablar en criollo. Empecé con Sorchilli padre, estuve con Viganego, estuve con Sorchilli hijo , con el Vasco (Jordán),  con Durañona,  poco tiempo.

Siempre traté de interpretar que  la política tiene que darle a la salud pero nunca se debe hacer política con la salud. Eso para mí … y así me costó cargos, como el de Carmen de Areco ,  me peleé  con Alejandro Collia en ese momento que era el ministro de salud, porque no permití que me metan política e n el hospital.

Para la mi salud va mucho más allá de la parte política. La salud es de la gente, del común de la gente, del pobre hasta el más rico. Mi estructura política no está ni con unos ni con otros, ni cambiemos ni con el Frente de Todos.  Pienso en salud y sin política.   A mí no me interesa el partido, me interesan las mejores personas. Por lo cual creo que en la Argentina, no sólo en Areco, seríamos un mejor país si empezáramos a ver las cualidades.

Yo me crié con la meritocracia, el esfuerzo, el formarme, no esperar que me venga de arriba algún cargo para ver si podía manotear. Y también se, y lo tengo muy claro, que  por más que te den cargos, por más altos que sean, no hay que transformarse en un iluminado que sabe todo. Me fui con mi ideología, con mis ideales como siempre los tuve .  Y después, seguir con lo mío.

–  ¿Qué pasó? ¿Qué fue lo que sucedió para que tomaras esta determinación?

Siempre preservé la función del intendente al cual chapó, me saco el sombrero porque fue una persona que interpretó la salud,  la necesidad de la gente y nunca tuve un palo en el camino como para avanzar. Pero a veces, las situaciones … y cuando una taza se rompe poco por más que uno la pegue con mucho cariño nunca va a ser la misma taza. Y no quería fatigar el sistema de salud porque la salud es de la gente. No es para cuestiones personales ni de mezquindades ni de nada,  ni de quién es mejor o quién es mejor. La salud es de la gente y nadie es imprescindible en esta vida. Y yo menos.

Que siga alguien en la función, que la lleve lo mejor que pueda. Eso sí,  creo que la vara quedó bastante altita, porque uno si aspira a hacer realmente gestión, tiene que medir constantemente a ver qué es lo que está opinando la gente de lo que uno  está haciendo.

– ¿Cómo fue tu convivencia con el sector médico, con tus pares en San Antonio de Areco en este período,  en este tramo de tu vida?

–  Solamente tengo agradecimientos con mis pares y lo no pares. Si hay algo que me llena de regocijo es todos los mensajes que recibí de colegas y del personal común,  el laburante, el que se pone la camiseta todos los días por dos mangos y lleva adelante la institución los 365 días del año. Son todas palabras de agradecimiento y de respeto. Pero no de decir “Che Luis!, ¿Cómo andás? Siempre hubo respeto, pero de parte mía también siempre existió el respeto para todos y como yo empecé la dirección  saludando las personas de la cocina, me fui también por el mismo camino: saludando a todo el mundo empezando por el lavadero, las chicas de la cocina, la guardia …. saludé a todos porque para mí esto es una mesa que tiene cuatro patas,  si una pata no funciona no funciona el hospital. Son todos elementos fundamentales. De todos me llevo el mejor de los recuerdos porque entregaron todo y el amor hacia la gente que es lo que yo traté de inculcarles siempre: tratar de que el paciente piense que es tu hermana, que tu madre o que tu amigo. Que así lo debemos tratar. En la sonrisa siempre, el cariño y el afecto muchas veces curan más que un montón de medicaciones.

– ¿Tuviste diferencias con Spina y Crudo?

–   Siempre tuvimos diferencias … pero  diferencias positivas eh, porque uno es más porfiado que el otro, la “verdad de la milanesa”. Uno es más porfiado que el otro,  lo que pasa que en el caso mío soy medio duro también, medio terco. No acepto  que me digan lo que yo tengo que hacer  a esta altura de mi vida. Pero nada, son dos amigos que compartimos muchísimos años de gestión pero te digo, si no nos ponemos de acuerdo e ciertas situaciones , el hospital tiene que seguir funcionando . Yo doy un paso al costado, soy el director y entiendo políticamente que también  soy el último fusible, el fusible que tiene que saltar.

Pero repito, en ningún momento hubo intención del intendente….es más, ¡no me quería firmar la renuncia!. Pero, nada, lo mejor con el intendente.  Del primero hasta el último día  nunca me dejó de atender . Siempre estuvo atento, nunca hubo un no, siempre interpretó que la salud del pueblo era lo que tenía que privilegiar. También se que arrancamos con un hospital “de menos diez como al chinchón”, y logramos cambiar en un año y medio muchísimo. Por ahí dicen, sí, se gastó mucha plata. Sí, la salud es cara, no de ganancias, pero es para el pueblo y generalmente es para el que menos tiene y el que no acceso a ninguna obra social. Entonces, tuvo que “rascar la olla”, porque fue la verdad, para tratar de sacar fondos,  para gastar todo lo que se gastó en salud en este año y medio. En ningún momento hubo un no, sino un  avancemos, necesitamos otras cosas. Por eso “chapó”, tienen un intendente “de la puta madre”, hablando en criollo. Mirá que pasé intendentes en el lomo… de todo tipo, de un partido, vecinalistas, no vecinalistas, radicales… de todos los colores. Es un tipo que quiere el pueblo, es un chico – porque para mi es un chico – que quiere al pueblo, que quiere a su gente, que conoce a cada uno, y  entendió que la salud era primordial y que no podíamos mirar para el costado.

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