De La Plata a la desazón: los Florio cerraron el año con un fin de semana inesperado en el Procar 4000

El cierre de temporada en el Procar 4000 dejó un sabor amargo para la familia Florio en el autódromo de La Plata. Los tres pilotos -Roberto, Santiago y Francisco Florio- llegaron con chances concretas de pelear por títulos y copas, pero un cúmulo de incidentes mecánicos, golpes en pista y decisiones deportivas los dejó sin nada cuando parecía que podían quedarse con todo.

Roberto Florio explicó que el equipo encaró la última fecha con grandes posibilidades: Francisco llegaba con diferencia a favor en el campeonato, Santiago también con puntaje importante y él mismo se encontraba en la pelea por la Copa de Plata. Sin embargo, todo quedó trunco: un toque en la primera vuelta dejó a Francisco fuera de carrera con el auto destrozado y Santiago abandonó tras sufrir el corte del cable del acelerador.

A eso se sumó la desilusión personal del mayor de los Florio, quien inicialmente fue anunciado como ganador de la Copa de Plata, pero luego el resultado fue modificado por un recargo en el clasificador. Para los tres, fue un golpe duro en una fecha que imaginaban definitoria y con altas chances de coronaciones.

Santiago Florio analizó su final como una carrera que comenzó bien el fin de semana pero se complicó progresivamente: primero por la lluvia en clasificación y neumáticos que no se adaptaron, y luego por el incidente en la largada que lo retrasó hasta el fondo. Cuando buscaba recuperar posiciones, el acelerador se cortó y lo obligó a abandonar. El piloto aseguró que el equipo está en un gran nivel técnico, que cuentan con un auto y motor competitivos y que el balance del año, pese a la frustración del cierre, es positivo. Para él, la temporada fue de aprendizaje y también de crecimiento, y el objetivo ya está puesto en 2026, donde el sueño es pelear nuevamente por un campeonato y seguir compartiendo pista en familia.

Francisco Florio vivió el golpe más fuerte de los tres: un impacto de otro auto en la primera vuelta lo dejó afuera de carrera y provocó graves daños en el lateral y la parte trasera del vehículo. Aunque evitó polemizar, consideró que el toque fue evidente y lo dejó sin chances cuando tenía auto para avanzar y mantener vivas sus aspiraciones. Pese a la decepción de no poder completar la final, remarcó el gran año deportivo, el desarrollo del equipo y el valor de vivir la categoría acompañado por su padre y su hermano.

Aun con la bronca del cierre deportivo, los tres coinciden en lo mismo: la temporada se termina con la tranquilidad de haber peleado hasta el final y de haberlo hecho en familia. Ya piensan en reparar los autos, mantener la estructura, reafirmar su vínculo con Ford y encarar 2026 con objetivos renovados.

La carrera no entregó la gloria que esperaban, pero sí un mensaje claro para el año que viene: los Florio van por revancha.

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